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SERVICIO DOMINICAL 23 DE FEBRERO

 

EN LA CASA DE MI PADRE

Parte 2, Casa espiritual

Discipulados en casas. Martes 18 de febrero de 2025

La biblia nos enseña que en este último tiempo que la iglesia transita por la tierra, y previo al arrebatamiento de la novia del Señor Jesucristo, vendrá un movimiento de restauración de todas las cosas (Mateo 17:11). Dentro de esa gloriosa tarea que el Espíritu Santo hace a través del espíritu de Elías, se dará la restauración familiar.

He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.  Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:5-6 (RV60)

 

El Señor hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, como primer paso de la restauración familiar y como segundo paso, el corazón de los hijos será guiado hacia el de los padres; esto nos plantea una figura de la comunión familiar que será reestablecida dentro de las familias cristianas en este tiempo final.

 

Sabemos que el Señor Jesucristo predicó a sus discípulos sobre la importante tarea que Él iba desempeñar al ascender con el Padre, y esta era la de preparar morada para nosotros en el cielo.

 

En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. (RV60) Juan 14:2-3

En este relato bíblico vemos una vez más, un evento escatológico, donde el Señor Jesucristo hablaba de Su venida secreta, donde relató que regresará pronto por su iglesia (novia), que será la que se casará con Él.

Vemos pues, como hay tres tipos de “casa del Padre” que nos relata la biblia:

La casa del Padre

  1. Literal (nuestro hogar como familia)
  2. Espiritual (la iglesia donde nos congregamos)
  3. Celestial (la casa que el Señor nos está preparando para morar en la eternidad)

 

Cada una de estas casas, son una figura espiritual, de la restauración que viviremos como familia, como cuerpo de Cristo y como novia que será alistada para su encuentro con el Señor. 

En esta ocasión nos enfocaremos al desarrollo de los beneficios de permanecer en la casa de Dios, es decir, congregándonos en una iglesia.

 “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”(RV60) Isaías 56:7

Aquí podemos ver que una de las casas del Padre, se refiere a un lugar físico de congregación. En este lugar está definido un altar para adorar al Señor y ofrendas que se llevan a su casa para sacrificio acepto a Él; una casa espiritual donde suben oraciones y hay alegría y recreación para los cristianos y todo el pueblo de Dios que se reúne.

La palabra “recreación”, viene de la raíz hebrea H8055, y significa entre otras definiciones: Alegrar, contentamiento, gozo, regocijo. Sin embargo, esto no se refiere a una emoción pasajera, sino que tiene un sentido profundo, según el diccionario bíblico Vine, de “bienestar duradero y victoria sobre un enemigo”.

Quiere decir que, en la casa espiritual, es decir, en la iglesia del Señor, cuando nos congregamos, estamos recibiendo un gozo permanente, una recreación para nuestra alma y muchas victorias para nuestra vida y nuestra familia. Esto sólo lo podemos recibir reuniéndonos en la iglesia que Dios nos ha dado para estar comunión con Él y con nuestros hermanos en Cristo. Recordemos que la biblia también nos habla de la importancia de no dejar de congregarnos, pues es en la iglesia donde somos edificados y llenos de la presencia de Dios manifestada en alegría, gozo, sanidad, liberación y un sinfín de beneficios que continuaremos estudiando.

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:25 (RV60)

“Y me contestó: YHVH, en cuya presencia he andado, enviará a su ángel contigo y prosperará tu camino, y podrás tomar mujer para mi hijo de entre mi familia y de la casa de mi padre.” (BTX3) Génesis 24:40

Dentro de las muchas bendiciones que recibimos al congregarnos en la casa del Señor, encontramos la de gozar de la presencia de Dios en nuestra vida, así como también la prosperidad en todo lugar en donde andemos. Encontraremos la guianza de Dios para todas las decisiones en nuestra vida diaria que debamos de tomar y también encontraremos a las personas correctas para que formen parte de nuestra familia; en el caso de Abraham, Dios le permitió encontrar a través de su sirviente, una buena esposa para que su hijo pudiera formar a su familia.

“Luego Jacob hizo el siguiente voto: «Si Dios en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa, y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el SEÑOR ciertamente será mi Dios.” Génesis 28:20-21 (RVA2015)

En esta porción de la escritura encontramos como Jacob se presenta ante el Señor solicitando su ayuda; hasta ese momento Jacob no había experimentado los milagros y las maravillas que Dios manifiesta a todos aquellos que creen en Su nombre. Dios le concede en la casa del Padre, la protección, la provisión, incluso la ropa y lo guardó de todo mal. Siempre que permanezcamos en la casa del Señor, vamos a recibir de él todo lo necesario para subsistir, así como también apreciaremos milagros, maravillas y sanidades que Dios puede hacer con nosotros y con los nuestros. De esta manera podremos fortalecer nuestra fe y estaremos cimentados en la Roca de nuestra Salvación que es Cristo Jesús.

“y yo vuelvo en paz a la casa de mi padre, el SEÑOR será mi Dios.” Génesis 28:21(RVA’15)

En la casa del Señor encontramos paz

“Pero José dijo: -De ninguna manera. Solo aquel que tenía la copa será mi esclavo. Los otros pueden regresar tranquilos a la casa de su padre. Nadie los molestará.” Génesis 44:17 (DHHS’94)

En la casa del Señor encontramos libertad/ liberación de esclavitud

y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón. Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción? Jueces 11:7 (RV60)

En la casa del Señor recuperamos la honra, no por parte de los hombres sino por parte de Dios, porque Él ya nos dio un lugar en su corazón y en su casa.

“y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti con el rostro hacia su tierra que tú diste a sus padres, y hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia.” 1Reyes 8:48-49 (RV60)

En la casa del Señor vamos a hallar justicia de parte de Dios. Pero también vamos a vivir procesos; puede ser que lleguemos cautivos, perseguidos por nuestros enemigos, con muchas necesidades, pero es ahí donde Dios nos va permitir humillarnos en Su presencia para hallar gracia, perdón, misericordia y por último encontraremos justicia a todo aquello que nos ha sucedido.

“Sin embargo, Yahveh, Dios de Israel, me eligió de entre toda la casa de mi padre para que yo fuera rey de Israel por siempre, pues eligió a Judá por caudillo y, dentro de la casa de Judá, a la casa de mi padre; y de entre los hijos de mi padre, puso en m su complacencia para constituirme rey sobre todo Israel.” 1 Crónicas 28:4 (CAB’2003)

Encontramos gobierno, para aprender sujeción. Aprendemos que Dios es el que pone y quita reyes y autoridades conforme a su voluntad y a nosotros nos corresponde sujetarnos a esas autoridades. En la sujeción siempre Dios nos va traer bendición.

DHHD Lc 15:17: “Al fin se puso a pensar: “¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre!”

En la casa del Señor siempre va haber abundancia de alimento. Siempre el Señor va proveer palabra para sustentar nuestra alma, nuestras necesidades y vamos a encontrar un refugio de saciedad espiritual, por ello es importante, no alejarnos de la casa, porque ahí va estar nuestro alimento de cada día, necesario para nuestro fortalecimiento y crecimiento.

ESE Jn 2:16: “y a los que vendían las palomas, dijo: Quitad de aquí esto; no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado.”

En este pasaje vemos como el Señor Jesucristo no permitió que se comercializará con la casa del Señor. Las palomas son figura de las ofrendas que se llevan a la iglesia, por ello la biblia nos enseña que eso no fue agradable al Señor, el hecho de ver que la bendición se vendía o se sorteaba a cambio de algo económico. En la casa del Señor no es correcto comerciar con la bendición que el Señor nos da de manera gratuita, ni se debe cobrar por utilizar los dones que Dios derramó en cada persona por su gracia.